Para llegar a Jerusalén en Judea, Gaspar y Baltasar llegaron a Tiro, la puerta de la Siria romana, donde se encontraron con el Mago Melchor de Persia. La llegada de los Reyes Magos a través de Siria (que en aquella época incluía los actuales Líbano y Siria) ha sido ampliamente comentada por los eruditos musulmanes. La riqueza de Tiro se basaba en el comercio, sobre todo en la explotación del murex, una concha que produce un tinte rojizo, con el que se elaboraba la “púrpura de Tiro”, reservada a la élite. Los análisis realizados por el Obispado de Colonia (Alemania) sobre los tejidos procedentes del Santuario de los Reyes Magos de Colonia, que se supone contiene los cuerpos de los Reyes Magos, muestran la presencia de un tejido púrpura procedente de la región de Tiro, fechado entre los siglos I y II. Así pues, un manto de los Reyes Magos de púrpura tiria procedería del puerto fenicio más importante o de uno de sus antiguos puestos comerciales, Malaka.