Un obispo alemán, cercano al emperador alemán Barbarroja, que se presentó en el siglo XII como heredero de los Reyes Magos, lanzó una de las mayores afabulaciones de la historia: un reino cristiano dirigido por el sacerdote Juan, descendiente de los Reyes Magos, existía en Oriente y estaba dispuesto a enfrentarse al imperio musulmán. Una supuesta carta enviada al Emperador de Bizancio por el propio Sacerdote Juan fue suficiente para que todas las monarquías europeas y el Papa enviaran embajadas por todo el mundo para ser quien obtuviera los favores de este descendiente de los Reyes Magos. Los artistas han competido en ingenio para presentar fabulosos retratos y mapas de este mítico rey, descrito en la Edad Media como el hombre más poderoso del mundo. Los franceses lo ubicaron entre los mongoles, los italianos en la India, los portugueses en Etiopía.