Para estos esclavos negros, que eran obligados a leer la Biblia con los ojos cerrados, las celebraciones de la Epifanía resultaban algo incongruentes cuando sus torturadores honraban a los Reyes Magos, incluido el africano Baltasar. Tres mil nativos de Lima, Perú, eligieron la víspera de la Epifanía de 1667 para planear un levantamiento. Se reunieron fuera de la ciudad y se enfrentaron a un severo castigo por parte de las fuerzas españolas. Un comerciante de esclavos tras otro acumuló considerables fortunas. Las obras de arte sobre los Reyes Magos se encontraron en el gabinete del gran coleccionista Crozat, barón de Thiers, cuyo padre fue el protagonista de la trata de esclavos y primer propietario de Luisiana. El escudo de esta familia, manchado con la sangre de miles de africanos, muestra con orgullo tres estrellas, en homenaje a estos tres Reyes…