Durante siglos, los teólogos han defendido que uno de los Reyes Magos era de color negro, sin ningún cambio en la iconografía. La primera representación de africanos en la Adoración de los Reyes Magos se encuentra en la escultura de Pisano en Italia, fechada en 1266. Las representaciones del Mago Negro sólo se hicieron comunes en la década de 1360 y definitivamente alrededor de 1440. La mayoría de las veces, los Reyes Magos blancos serán retocados uno tras otro para asegurar que uno de los tres Reyes Magos tenga la cara ennegrecida. Este fenómeno se produjo en la época del descubrimiento geográfico del África negra y de la “trata de negros”. En Italia, donde los rubios son poco frecuentes, los Reyes Magos fueron representados a menudo hasta el siglo XV con cabellos dorados que brillaban como el oro. El color de la piel oscura quedaba relegado a los sirvientes o a los mozos de cuadra. Para la buena conciencia cristiana italiana de la época, imaginar que un Rey Mago pudiera tener el mismo aspecto físico que uno de sus siervos negros era impensable.